Tema: Bautismo: Identificación
del creyente con Cristo
Lectura Bíblica: San Mateo 3:6
Vrs. Para memorizar: San Lucas 3:7
Bautismo:
la acción del bautismo se expresa en el Nuevo
Testamento con el verbo griego baptídzo (intensivo de bápto),
y sus derivados, que significa introducir en el agua, sumergir o lavar con
agua.
Origen: el bautismo del Nuevo
Testamento tiene sus antecedentes inmediatos en el Antiguo Testamento y el
judaísmo ínter testamentario. La
Ley prescribía varios lavamientos con agua (Éx. 29: 4; 30:20;
40:12) el bautismo se prescribió a los prosélitos (quizás a.C.) para incorporar
a los gentiles en la comunidad judaica. También lo practicaron los esenios.
Significado: El bautismo en el
Nuevo Testamento es la puerta de entrada a la comunidad del nuevo Pacto,
que permite a los que pasan por ella experimentar los beneficios de
dicho pacto.
Como hemos visto
que bautizar significa sumergir, sepultar, en agua, la cual representa la
muerte, pero tenemos que entender que esta muerte no es física sino espiritual,
que quiere decir esto: que el cristiano debe ser sumergido al agua que es la Palabra de Dios (Ef. 5:26)
para que muera a la vieja interpretación (con las cosas visibles y tangibles) y
al salir del agua tenga una nueva vida que es en espíritu y su interpretación
será con las cosas venideras (Col. 3:1-3).
I.
El símbolo del bautismo de Juan:
a). Sus raíces: en los
rituales de purificación: Lev. 15:13.
Todo
el que padecía este flujo: 1) era inmundo. No podía atreverse a acercarse al
santuario.2) Hacía inmunda a toda persona o cosa que tocase o que le tocase a
el. Esto significaba el contagio del pecado, el peligro en que nos encontramos
de quedar contaminados al conversar con los impuros.3). Después que era curado
de su enfermedad, todavía no podía ser limpiado de su impureza sin sacrificio,
para el cual había de prepararse bañándose en agua viva (agua corriente de
manantial o arroyo natural), y lavar también sus vestidos.
Esto simbolizaba los grandes deberes del Evangelio, de fe y de
arrepentimiento, y los grandes privilegios del Evangelio de aplicarnos la
sangre de Cristo para entender lo que quiere decir espiritualmente este pasaje,
cuando nos habla de lavarnos tenemos que ir a la Biblia en (Ez. 47:1-12) esa agua que salía de la casa de debajo del
umbral es la Palabra
de Dios y debemos dejar que esa agua nos lave porque esa agua es limpia y
resplandeciente que sale del trono de Dios y del cordero (Ap. 22:1). El
agua de vida es un símbolo de Dios en Cristo como Espíritu, quien fluye en su
pueblo redimido. Es tipificada por el agua que surgió de la roca herida (Ex.
17:6; Nm. 20:11) y es simbolizada por el agua que salió del costado traspasado del Señor
Jesús (Jn. 19:34) Aquí el agua de vida se convierte en un río
que sale del trono de Dios y del Cordero para abastecer y saturar toda la Nueva Jerusalén. Así que esta
ciudad está llena de la vida divina a fin de expresar a Dios en Su Gloria de
vida.
b). Los judíos aceptan el
bautismo de Juan Hch. 18:25.
El
texto sagrado deja aquí a Pablo con sus viajes y viene ahora al encuentro de
Apolos en Efeso.
Este
Apolos no sólo conocía bien las Escrituras, sino que las exponía con poder
persuasivo. Es decir, conocía los conceptos generales del Evangelio y los
principios fundamentales del cristianismo. Había sido bautizado con el bautismo
de Juan, pero no con el bautismo del Espíritu Santo. Su
predicación era, pues exacta y fervorosa, pero incompleta (Hch.19:1-6)
c). El bautismo símbolo de la
unión con Cristo Ro.6:4.
En la iglesia de
la época de Pablo, la inmersión era la forma usual del bautismo. Los nuevos
cristianos se “sepultaban” por completo en el agua. Comprendían que esta forma
del bautismo simbolizaba la muerte y sepultura de la vieja manera de vivir,
seguida por una resurrección a la vida con Cristo.
En la Biblia
el bautismo implica muerte y resurrección. Ser bautizado en agua equivale a ser
puesto en la muerte y sepultado allí. Ser levantado del agua significa
resucitar de la muerte.
Cuando estamos hablando de ser sumergidos al agua (Ef. 5:26) se refiere a la muerte y la muerte viene por no cumplir la
Ley (Lv. 18:5)
entonces
aquí debemos aprender a no interpretar la Palabra de Dios con nuestra sabiduría ya que esta
sabiduría del hombre es temporal y terrenal (Stg. 3:15) y no
se puede cumplir la Ley
literalmente, pero cuando salimos del agua nos hemos unido a Cristo, (Jn.
4:25),
esto quiere decir que hemos recibido la interpretación espiritual de su Palabra
y no sólo eso sino tenemos la mente de
Cristo (1ª.Co. 2:16) y por eso entendemos que el bautismo en
espíritu es la unión con Cristo porque Él siempre hablo las cosas espirituales
y para nuestro espíritu.
El río Jordán (nombre hebreo Yarden es semítico derivado del verbo yarad que quiere decir descender). El río Jordán fue el agua en donde las doce piedras que representaban a
las doce tribus de Israel fueron sepultadas, y de donde fueron resucitadas y
sacadas otras doce piedras, las cuales también representaban a las doce tribus
de Israel (Jos. 4:1-18) Por lo tanto, bautizar a los hombres en el
río Jordán representaba la sepultura del viejo ser y la resurrección del nuevo
ser de ellos. Así como los hijos de Israel entraron en la buena tierra al
cruzar el río Jordán, así también al ser bautizados los creyentes, son introducidos
en Cristo, la realidad de la buena tierra.