jueves, 3 de mayo de 2012

Enseñanza para el 6 de Mayo del 2012


Enseñanza para el 6 de Mayo del 2012
Tema: Los verdaderos descendientes de Abraham
Lectura Bíblica: San Mateo 3: 7-9
Vrs para memorizar: San Lucas 3:7
Fariseos.  Los fariseos eran una pequeña secta judía legalista (cerca de seis mil). Es probable que la palabra “fariseo” se derive de un vocablo hebreo que significa “separar” y por esa razón se puede traducir “los apartados”. No eran separatistas en el sentido que se aislaran de la sociedad, sino en sentido puritano, es decir mantenían gran celo por la pureza ritual y ceremonial de acuerdo con la ley mosaica así como sus propias tradiciones que añadían a la legislación del Antiguo Testamento.
Los fariseos eran la secta religiosa más estricta de los judíos (Hch. 26:5). Esta secta se formó por el año 200 a. de C. Procedían por lo general de la clase media judía y casi todos eran laicos  antes que sacerdotes o levitas. Representaban el núcleo ortodoxo del judaísmo y ejercían gran influencia sobre las personas comunes en Israel.
Ellos estaban orgullosos de su vida religiosa superior, su devoción a Dios y su conocimiento de las Escrituras. En realidad, se habían degradado hasta ser pretenciosos e hipócritas (Mt. 23:28).
Los encuentros de Jesús con los fariseos fueron generalmente conflictivos. Él los desaprobó por usar la tradición humana para nulificar las Escrituras (Mt. 15:3-9), especialmente por su manifiesta hipocresía (Mt. 15:7-8; 23:13; Lc. 12:1)
Los Saduceos. Eran otra secta del judaísmo (Hch. 5:17), partido sacerdotal y aristocrático del judaísmo cuyas doctrinas y prácticas eran opuestas a las de los fariseos. La derivación del nombre viene de la palabra griega syndikoi, que significaba “autoridades fiscales” en el estado de Atenas desde el siglo IV a. de C. En Israel también los saduceos controlaban los impuestos.
Al principio los saduceos no eran un grupo religioso, pero con el tiempo, para defender sus intereses, apoyaron al sumo sacerdote. Hasta la mitad del siglo I d. de C. controlaban el sanedrín.
La mayoría de los sacerdotes de los primeros siglos (a. de C. y d. de C.) pertenecían a esta secta, aunque no todos los saduceos eran sacerdotes. Por lo general constituían un núcleo de personas altamente privilegiadas, por ejemplo, comerciantes ricos y funcionarios gubernamentales. Su actitud hacia las tradiciones de los padres se centró en el mantenimiento del culto en el templo. Su interpretación de la Ley (aceptaban solo el Pentateuco como autoridad) giraba alrededor de la ley ritual. Los “saduceos enseñaban que el alma perece con el cuerpo” (Mt. 22:23) “niegan la continuidad del alma después de la muerte”. En el Nuevo Testamento es más preciso: señala que los saduceos negaban la resurrección del cuerpo (Mr. 12:18), y también la existencia de mediadores entre Dios y el hombre (Hch. 23:8). Además, para los saduceos, Dios era casi un “dios ausente” dado que “no puede ni hacer ni prevenir el mal”. En cambio el hombre ejerce su libre albedrío para hacer el bien y el mal.
Su ideal político era el estado teocrático encabezado por el sumo sacerdote. Por eso veían con sospecha la esperanza mesiánica que amenazaba con derrotar el orden social y político existente. La mayoría del pueblo común los odiaba porque colaboraban con los romanos y sus reyes, porque introdujeron y permitieron algunas costumbres que no eran judías y porque se comportaban entre el pueblo con arrogancia. Estos rechazaban las tradiciones humanas y el legalismo excesivo, y en los días de Herodes esta secta controlaba el templo.(Mt.2:4).
I.                   Dios no rechaza a su pueblo.
a).  Arrepentimiento genuino trae perdón de Dios  Hch. 2:38.
      Arrepentimiento. Traducción de una familia de palabras que indican un regreso, un cambio de parecer, o un repudio del pecado para volver a Dios.
      En el Antiguo Testamento.
     Puesto que Israel debe a Dios obediencia absoluta y cae bajo juicio cuando se desvía, solo por el arrepentimiento puede restablecer su relación favorable con Él. La nación puede apartar para este reconocimiento un día entero (Neh. 9:1-3; Dn. 9: 3- 6; Os. 13: 1-3). Como símbolo de su renuncia al pecado, el arrepentido rasga sus vestiduras, ayuna, se viste de cilicio, o se sienta en cenizas.
El arrepentimiento demanda una renovación del espíritu y del corazón (Ez. 18:31); esto es posible solo como consecuencia de la redención divina (Is. 44:22; Jer.31:33; Ez. 11: 19.
En el Nuevo Testamento.
Arrepentimiento por lo general, es traducción de la voz griega metánoia, que significa “cambio de actitud o de propósito de vida” y no solo “penitencia”.
Juan Bautista continúa la demanda de arrepentimiento (Mt. 3:8) y asimismo Jesús (Mr. 1:15; Lc. 13: 3-5), pero con mayor énfasis en la limpieza interior y la totalidad  de la demanda divina (Lc. 14:33). En un sentido nuevo Jesús hace posible el arrepentimiento, porque este se completa con la fe, con el discipulado cristiano. En la predicación de la iglesia apostólica el arrepentimiento es básico (Hch. 3:19; 2ª.Co. 7: 9)   
El arrepentimiento se produce principalmente en la mente; la acción de creer sucede principalmente en el corazón (Ro. 10:9). Creer es unirse uno a las cosas en las cuales cree y recibirlas. Creer en el evangelio es creer principalmente en el Salvador (Hch. 16:31), y creer en Él es entrar en Él por la fe (Jn. 3:15-16) y recibirle (Jn. 1:12) para ser unido orgánicamente con Él. Tal fe (Gá. 3:22) en Cristo nos la da Dios por la palabra de la verdad del evangelio que escuchamos (Ro. 10:17; Ef. 1:13). Esta fe nos introduce en todas lasa bendiciones del evangelio (Gá. 3:14). Por lo tanto, es preciosa para nosotros (2ª. P. 1:1). El arrepentimiento debe preceder a esta fe preciosa.
b).  Los hijos heredan las características de sus padres  Jn. 8:39.
      Aquí vemos que Jesús descartaba el simple linaje físico como condición suficiente para la salvación (Fil. 3: 4-9). Esta misma expresión en nuestro lenguaje sería: “si fueran hijos de Abraham, pero no lo son, porque si lo fueran harían lo que él hizo”. De la misma manera que los hijos heredan las características genéticas de sus padres, la descendencia verdadera de Abraham haría las obras que él hizo, es decir imitaría su fe y su obediencia.
Como padre (Ro. 4:16) de todos los que han sido llamados por Dios, Abraham fue el primer hombre de un nuevo linaje escogido por Dios. Nacimos en el linaje caído de Adán, pero hemos renacido en el linaje de Abraham, al cual Dios llamó. Todo aquel que tenga fe, igual que Abraham, es miembro de este nuevo linaje e hijo de Abraham (Gá. 3:7).
La fe de Abraham se demostró por su obediencia a Dios (Stg. 2:21-24). Lo que Jesús quería señalar era que el comportamiento de los judíos incrédulos era opuesto al de Abraham, sabemos que llevo una vida de obediencia a los mandatos de Dios. La actitud que tuvieron los judíos incrédulos hacia Jesús demostró que su verdadero padre era Satanás (Mt. 8:41-44). La conducta es lo que realmente evidencia la condición de hijo. Un hijo exhibirá las características de su padre (Ef. 5: 1-2).  

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