miércoles, 8 de agosto de 2012

Enseñanza para el 12 de Agosto del 2012 Tema: Llamamiento de los primeros al discipulado


Enseñanza para el 12 de Agosto del 2012

Tema: Llamamiento de los primeros al discipulado

Lectura Bíblica: San Mateo 4: 18 – 20
Vrs. para memorizar: San Juan 4:35

Mar de Galilea. Lago en la tierra de Galilea. En el Antiguo Testamento se llama Cineret (Nm. 34:11), nombre derivado de la raíz hebrea kinnor (que quiere decir arpa), porque a los judíos antiguos les parecía que el lago tenía forma de arpa. En el Nuevo Testamento se dice mar de Galilea (Mt. 15:29), aunque también se llama lago de Genesaret (Lc. 5:1), y también conocido como el mar de Tiberias (Jn. 6:1).
El mar de Galilea tiene 21 km de largo, de norte a sur, y una anchura que varía de 6 a 12 km. yace a 208 m bajo el nivel del mar y su profundidad llega a 48 m. debido a que el río Jordán fluye de norte a sur a través del lago, el agua de este es dulce y no salada.    
El mar de Galilea es en realidad un lago grande. Unos treinta pueblos de pescadores lo rodean en los días de Jesús, y Capernaum era el mayor. Como el agua era dulce abundaban los peces y era muy lucrativo, es aquí donde Jesús llevó a cabo gran parte de su ministerio público. El lago gozaba de una situación estratégica para el comercio del Oriente, puesto que por allí pasaban importantes rutas comerciales. Hoy, debido a los cambios que ha habido en el comercio, la región ha perdido su prominencia y la única ciudad influyente en sus riberas es Tiberias.
El ministerio de Jesús no fue llevado en la capital, sino junto al mar. El ministerio de su precursor comenzó a las orillas de un río y consistía en sepultar a los religiosos y terminar la religión de ellos. El ministerio de Jesús comenzó junto al mar y  consistía en pescar hombres que no eran muy religiosos, los cuales vivían cerca del mar y no en el lugar santo, y también hacerles pescadores de hombres para el establecimiento del reino de los cielos.

I.   Respuesta inmediata cuando fueron llamados.
  Cuando el Señor llamó a Pedro y Andrés, éstos estaban echando la red en el mar. Él hizo de ellos pescadores de hombres. Con el tiempo, en el día de Pentecostés, Pedro llegó a ser el primer gran pescador para el establecimiento del reino de los cielos (Hch. 2: 37 – 42).

  a).   Dispuesto de inmediato al servicio        Is. 6:8
         Árboles y profetas poseen al menos una característica en común importante: ambos se plantan para el futuro. Aun así, a menudo se pasan por alto a los árboles y profetas jóvenes. Isaías es uno de los mejores ejemplos de esto. La gente de su tiempo podía haberse salvado por sus palabras. En vez de eso, se negó a creerle. Con el paso de los siglos, sin embargo, las palabras de Isaías se ha proyectado sobre toda la historia. Cuando Isaías dice “heme aquí, envíame a mí” Esta respuesta hace evidente la disposición humilde y la confianza plena del profeta. Aunque estaba muy al tanto de su pecado, pero estaba disponible para Dios.

 b).    Apartados para obreros espirituales        Hch. 13: 2
         La iglesia apartó a Pablo y Bernabé para la obra que Dios tenía para ellos. Apartar significa separar con un propósito especial.
         Este fue un gran paso que dio el Señor para la propagación del evangelio de su Reino al mundo gentil. Comenzó desde Antioquia, un centro gentil de Siria, sin organizarse ninguna misión, sin recaudarse fondos, sin determinaciones ni plan ni métodos humanos. Este gran paso no tuvo nada que ver con la iglesia en Jerusalén en cuanto a la organización, y no fue efectuado bajo la autoridad ni la dirección de Pedro ni ninguno de los otros once apóstoles de Jerusalén. Fue un mover efectuado absolutamente por el Espíritu y con el Espíritu, mediante la coordinación entre lo miembros fieles y diligentes del cuerpo de Cristo.
c).   Obediencia de inmediato al anuncio del evangelio     Hch. 16:10
       Dios proveyó en su soberanía una gran oportunidad evangelizadora para Pablo que pudo haber conllevado a la fundación de la iglesia en Macedonia (2Co. 2:13).
Este fue un gran paso en el mover del Señor para la propagación de su reino a otro continente, a Europa. Después de recibir la visión enviada por Dios, era necesario llegar a una conclusión, es decir, llegar a entender cuál era su significado, ejercitando la mente – una mente dirigida por el Espíritu y saturada de él (Ef. 4:23) conforme a la situación presente. Llevar acabo esta guía particular en el mover estratégico del Señor, requería que el apóstol y sus colaboradores se esforzaran, lo cual hicieron de inmediato.    

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