jueves, 14 de junio de 2012

Enseñanza para el 17 deJunio del 2012


Enseñanza para el 17 de Junio del 2012
TEMA: Conocer y obedecer la Biblia I
Lectura Bíblica: San Mateo 4: 3
Vrs. Para memorizar: 1ª. Ts. 3: 5

El condicional “si” significa en este contexto “suponiendo que”. Satanás no tenía la menor duda en su mente de que así era, pero su deseo era hacer que Jesús violara el plan de Dios y empleara su divino poder, que había puesto a un lado, para evitar su humillación (Fil. 2:7).
Jesús estaba hambriento y débil luego de un ayuno de cuarenta días, pero optó por no usar su poder divino para satisfacer la necesidad natural de alimento. Los alimentos, el hambre y los deseos de comer son buenos, pero el momento no lo era. Había decidido poner a un lado el uso ilimitado e independiente de su poder divino a fin de experimentar su humanidad en plenitud.
El tentador es el diablo (1ª Ts. 3:5). El Rey recién ungido ayunó en su humanidad, manteniendo su posición como hombre. Por otro lado también era el Hijo de Dios, tal como Dios el Padre lo había declarado en el momento de su bautismo (Mt. 3: 17). A fin de cumplir su ministerio para el reino de los cielos, tenía que vencer al enemigo de Dios, al diablo, Satanás y tenía que hacerlo como hombre. Por lo tanto mantuvo su posición como hombre para enfrentarse al enemigo de Dios.
Hacer que las piedras se convirtieran en panes ciertamente habría sido un milagro. Esto fue propuesto por el diablo como una tentación. Muchas veces, el deseo de ver que se efectué un milagro en ciertas situaciones es una tentación del diablo. El diablo tentó al primer hombre, Adán, con la comida (Gn. 3: 1-6). Aquí tentó al segundo hombre, Cristo, con la misma cosa. El asunto de comer es una trampa que el enemigo siempre usa para atrapar al hombre, tentándole en sus necesidades más básicas.

I.                   Jesús no usa su poder divino.

a).   Jesús se sometió por completo a Dios        Jn. 6:38
                   Jesús no obraba independientemente de Dios El Padre, sino con Él. Esto debería darnos mayor seguridad de ser aceptos en la presencia de Dios y protegidos por Él. El propósito de Jesús era hacer la voluntad de Dios, no satisfacer sus deseos humanos. (Jn. 4: 34).
La obediencia a Dios y la dependencia de su voluntad resumían la totalidad de la vida de Jesús (Ef. 5: 17), la voluntad de Dios se explica en Jn. 6:38-40.
                  
                   b).    La humildad de Cristo     Fil. 2:7
                   “se despojó a sí mismo”. La traducción literal es “se vació a sí mismo”. De esta palabra griega viene el término teológico kenosis que corresponde a la doctrina de la encarnación de Cristo en la que Él se vació de sí mismo para convertirse en hombre.
La misma palabra que se encuentra en el versículo 6. en su encarnación Jesús no cambió su naturaleza divina; cambió solamente su expresión externa, dejando la forma de Dios, la forma más elevada, y tomando la de un esclavo, la forma más baja. Esto no fue un cambio de esencia sino de condición (Jn. 1:14)      

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