Enseñanza para el 17 de Junio del 2012
TEMA: Conocer y obedecer la
Biblia I
Lectura Bíblica: San Mateo 4: 3
Vrs. Para memorizar: 1ª. Ts. 3: 5
El condicional “si” significa en
este contexto “suponiendo que”. Satanás no tenía la menor duda en su mente de que
así era, pero su deseo era hacer que Jesús violara el plan de Dios y empleara
su divino poder, que había puesto a un lado, para evitar su humillación (Fil.
2:7).
Jesús estaba hambriento y débil
luego de un ayuno de cuarenta días, pero optó por no usar su poder divino para
satisfacer la necesidad natural de alimento. Los alimentos, el hambre y los
deseos de comer son buenos, pero el momento no lo era. Había decidido poner a
un lado el uso ilimitado e independiente de su poder divino a fin de
experimentar su humanidad en plenitud.
El tentador es el diablo (1ª Ts.
3:5). El Rey recién ungido ayunó en su humanidad, manteniendo su posición como
hombre. Por otro lado también era el Hijo de Dios, tal como Dios el Padre lo
había declarado en el momento de su bautismo (Mt. 3: 17). A fin de cumplir su
ministerio para el reino de los cielos, tenía que vencer al enemigo de Dios, al
diablo, Satanás y tenía que hacerlo como hombre. Por lo tanto mantuvo su
posición como hombre para enfrentarse al enemigo de Dios.
Hacer que las piedras se
convirtieran en panes ciertamente habría sido un milagro. Esto fue propuesto
por el diablo como una tentación. Muchas veces, el deseo de ver que se efectué
un milagro en ciertas situaciones es una tentación del diablo. El diablo tentó
al primer hombre, Adán, con la comida (Gn. 3: 1-6). Aquí tentó al segundo
hombre, Cristo, con la misma cosa. El asunto de comer es una trampa que el
enemigo siempre usa para atrapar al hombre, tentándole en sus necesidades más
básicas.
I.
Jesús no usa
su poder divino.
a).
Jesús se sometió por completo a Dios Jn. 6:38
Jesús no
obraba independientemente de Dios El Padre, sino con Él. Esto debería darnos
mayor seguridad de ser aceptos en la presencia de Dios y protegidos por Él. El
propósito de Jesús era hacer la voluntad de Dios, no satisfacer sus deseos
humanos. (Jn. 4: 34).
La obediencia a Dios y la
dependencia de su voluntad resumían la totalidad de la vida de Jesús (Ef. 5:
17), la voluntad de Dios se explica en Jn. 6:38-40.
b). La humildad de Cristo Fil. 2:7
“se
despojó a sí mismo”. La traducción literal es “se vació a sí mismo”. De esta
palabra griega viene el término teológico kenosis que corresponde a la
doctrina de la encarnación de Cristo en la que Él se vació de sí mismo para
convertirse en hombre.
La misma palabra que se encuentra
en el versículo 6. en su encarnación Jesús no cambió su naturaleza divina;
cambió solamente su expresión externa, dejando la forma de Dios, la forma más
elevada, y tomando la de un esclavo, la forma más baja. Esto no fue un cambio
de esencia sino de condición (Jn. 1:14)
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